lunes, 25 de enero de 2010

Infusiones.


Gases, digestiones pesadas, estreñimiento, estrés, cambios hormonales, falta de ejercicio,… Son muchos los factores que provocan que te sientas hinchado/a. Una infusión a tiempo puede ser el mejor y más barato remedio.

Contra los gases.

La flatulencia es una de las causas más frecuentes de abdomen hinchado. Para combatirla toma:
· Hinojo: Sus propiedades carminativas ayudan a eliminar los gases.
· Anís estrellado: Sus semillas se suelen utilizar para mejorar el sabor de muchas infusiones, pero por sí solo también evita y reduce flatulencias.

Combate la pesadez.

A veces el aparato digestivo es víctima de su propia eficacia. Esto ocurre cuando los jugos gástricos que produce para digerir acaban provocando molestias e hinchazón. Evítalo con:
· Ortiga: Además de mejorar las digestiones, tiene un suave efecto laxante. Tómala tres veces por semana antes de las comidas.
· Manzanilla: Es una de las plantas más digestivas y, además, su sabor suave y agradable es ideal para finalizar cualquier comida.
· Tomillo: Este tónico digestivo excepcional puede aliviar la molesta sensación de empacho.

Elimina el estrés.

Está demostrado que para hacer frente al estrés, el cuerpo produce más energía, lo que hace que se acumule más grasa en el abdomen. Este efecto se da tanto en las personas con sobrepeso como en las delgadas. Para hacer frente te recomendamos:
· Hierbaluisa: Combate el estrés y la ansiedad, que puede generar sensación de apetito y llevarte a comer sin control. Su sabor alimonado y fresco la hace muy apetecible en verano.

Adiós a la retención.

Si el pantalón que por la mañana te queda perfectamente te aprieta por la tarde, seguramente tu problema es que retienes líquidos. Para contrarrestarlo toma:
· Abedul: De sus principios activos destaca la saponina, con un gran poder diurético. Está presente, sobre todo, en sus hojas frescas. También combate el síndrome premenstrual, uno de los trastornos en los que el vientre sufre grandes oscilaciones.

------Nuestra selección.------

- Tomillo.
Hierve 2 minutos una cucharada de tomillo por cada taza de agua. Tapa y deja reposar 10 minutos.

- Anís estrellado.
Mezcla sus semillas a partes iguales con manzanilla. Hierve 2 cucharadas por litro de agua.

- Abedul.
Prepara una mezcla con cola de caballo y hierve 1 cucharada por medio litro de agua durante 3 minutos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Calabazas.

Las calabazas amarillas y otros tipos como el calabacín son importantes hortalizas que nos ayudan a prevenir problemas relacionados con el acné, cardiopatías, degeneración macular y sobrepeso.

Entre sus componentes más importantes podemos encontrar:

· El betacaroteno es un pigmento que contiene la calabaza combate el acné y previene el cáncer y la degeneración macular.
· La luteína es un carotenoide que también previene la degeneración macular y, posiblemente, las cataratas y el cáncer de colon.
· La fibra soluble que aporta disminuye los niveles de colesterol LDL y la fibra insoluble actúa como saciante y alivia el estreñimiento.
· El magnesio y el potasio podemos encontrarlos en cantidades importantes en la calabaza y el calabacín que controlan la hipertensión y los cálculos renales.
· La vitamina B6 y la tiamina son aportadas por la calabaza, siendo la primera beneficiosa para reducir el riesgo de cardiopatías y la segunda para mejorar el cerebro y el estado de ánimo.
· La vitamina C aparece en grandes dosis en el calabacín pudiendo evitar cataratas y enfermedades crónicas.

Las calabazas se pueden cocinar, preparar al vapor, al horno o asar si se quieren obtener el betacaroteno pero si se hierven se perderán las vitaminas B ya que son hidrosolubles.

lunes, 11 de enero de 2010

Leches vegetales.



Las personas que no pueden tomar la leche convencional, cuentan con la alternativa de las leches vegetales, extraídas de la soja, la almendra, el arroz y la avena.

Leche de soja.

· Es la más consumida de todas las leches vegetales. Además de resultar ideal para quienes presentan intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche de vaca, tiene otras virtudes:
· Previene la osteoporosis por ser rica en fitoestrógenos. Resultan ideales para las mujeres durante la menopausia, pues en esa época hay una merma de estrógenos.
· Es apta para celíacos, dado que no contiene gluten.
· Contribuye a mantener bajo control los niveles de colesterol.
· Es una buena fuente de proteínas de excelente calidad.
· Resulta muy digestiva.

Leche de arroz.

· Es rica en almidón, hidrato de carbono que constituye una buena fuente de energía.
· Resulta indicada a personas intolerantes al gluten.
· Muy digestiva, es ideal para que la consuman los ancianos.

Leche de almendra.

· Adecuada en caso de diarrea.
· Es un complemento alimenticio perfecto para mujeres embarazadas y lactantes, pues aporta calcio.
· Tampoco contiene gluten, así que puede consumirla los celíacos.
· No es tan calórica como se piensa. Un vaso de esta leche tiene 65 kcal, más o menos las mismas que la leche entera normal.

Leche de avena.

· Su contenido en ácido linoleico, fosfolípidos – muy buenos para el corazón – y fibra es destacable.
· Es apropiada cuando se siguen dietas de adelgazamiento, así como si se pretende reducir los niveles de colesterol malo.
· Apta para enfermos celíacos.

martes, 5 de enero de 2010

Frutas secas.


Si las uvas pasas o las ciruelas secas fueran protagonistas de una película de dibujos animados, poco tendrían que hacer frente a la tersura, olor, jugosidad y color de las frutas frescas. Sin embargo no hay que dejarse llevar por las apariencias, la fruta seca puede resultar poco atractiva pero es sabrosa y regala salud a raudales.

La fruta seca es la más adecuada durante los meses fríos, cuando la cosecha de la fresca es mucho más limitada. No es vano ha sido durante años y años el postre habitual en los meses de invierno.
Es variada. Si examinas con atención la oferta, comprobarás que tienes mucho donde elegir y muchas posibilidades de preparación.
No se estropea, ni se pierde con el paso de los días como la fresca. Asta guardarla en un sitio fresco y seco para mantenerla en su punto.
Te permite satisfacer esa necesidad de tomar algo dulce sin temor a las llamadas calorías vacías tan abundantes en las golosinas.
Así y todo, la pregunta sigue presente: ¿es tan saludable como la fresca? Pues si.
Quizás pienses que algo se escapará durante el proceso de secado, pero si éste se hace correctamente, sólo pierden el agua y un mínimo de vitamina C mientras se conservan una gran abundancia de sustancias saludables incluyendo el hierro, potasio, antioxidantes y fibra.

Como es de esperar, cada tipo de fruta seca encierra su propio tesoro secreto:
Los higos contienen 3 veces más cantidad de calcio que otras frutas y un plus adicional de fósforo, que ayuda favorablemente al organismo a absorber el calcio. Los beneficios para huesos y dientes son indiscutibles.

Las frutas amarillentas, como melocotones y albaricoques aportan abundante betacaroteno, es decir, provitamina A, un auxiliar indispensable para mantener en perfecto estado la piel, ojos y mucosas.

Las ciruelas pasas ocupan un puesto de honor en el ranking de los antioxidantes, esos elementos tan importantes de cara a la lucha contra el envejecimiento. Todo ello sin olvidar su riqueza en fibra, lista para presentar batalla a los estómagos perezosos.

Las uvas pasas son un gran aliado del corazón. Y no es de extrañar; al fin y al cabo son uvas secas y, como las frescas, contienen colesterol HDL destinado a luchar contra los ataques al corazón. También aceleran el paso de la comida a través del colon, limitando así el tiempo a disposición de los potenciales agentes cancerígenos.

Algo tienen que tener malo y son el nivel calórico que poseen. La mayoría de las frutas secas tienen más calorías que sus equivalentes frescas y además llevan una carga mayor de azúcar. En este campo energético hay que recordar que, de hecho, el 70 % de las calorías de algunas frutas secas llegan precisamente de la mano de sus azúcares. Sin embargo, el organismo asimila mejor el azúcar de las pasas que el que recibe de un refresco, por ejemplo. Ambos aportan un alto contenido en azúcar, pero mientras que el del refresco tiene un efecto de empuje energético inmediato, con una bajada dramáticamente rápida, el de las pasas se mantiene más constante. De ahí que sea aconsejable acudir a este tipo de fruta cuando necesites un refuerzo ara seguir trabajando a pleno rendimiento.
La razón está en la fibra que ralentiza la asimilación del azúcar e impide su acumulación en la sangre. De esa forma la corriente sanguínea es más fina y fluida y cierra el camino a posibles ataques de corazón.

En resumen, las frutas secas te proporcionan energía, antioxidante, vitaminas y minerales. Son estupendas como aperitivo y tentempié, tienen un interesante papel a la hora de elaborar con ellas postres dulces y compotas y proporcionan grandes contrastes de sabor cuando acompañan platos de carne.