
Entre sus componentes más importantes podemos encontrar:
· El betacaroteno es un pigmento que contiene la calabaza combate el acné y previene el cáncer y la degeneración macular.
· La luteína es un carotenoide que también previene la degeneración macular y, posiblemente, las cataratas y el cáncer de colon.
· La fibra soluble que aporta disminuye los niveles de colesterol LDL y la fibra insoluble actúa como saciante y alivia el estreñimiento.
· El magnesio y el potasio podemos encontrarlos en cantidades importantes en la calabaza y el calabacín que controlan la hipertensión y los cálculos renales.
· La vitamina B6 y la tiamina son aportadas por la calabaza, siendo la primera beneficiosa para reducir el riesgo de cardiopatías y la segunda para mejorar el cerebro y el estado de ánimo.
· La vitamina C aparece en grandes dosis en el calabacín pudiendo evitar cataratas y enfermedades crónicas.
Las calabazas se pueden cocinar, preparar al vapor, al horno o asar si se quieren obtener el betacaroteno pero si se hierven se perderán las vitaminas B ya que son hidrosolubles.