lunes, 10 de mayo de 2010

Tentaciones que puedes permitirte. (2ª Parte).


6. Pizzas.
Todos los componentes de la pizza forman parte de la conocida y saludable dieta mediterránea. Por tanto, se puede incluir dentro del contexto de una alimentación equilibrada siempre y cuando la combines adecuadamente, por ejemplo con una ensalada y una fruta de postre.
Escoge una pequeña, o una media ración de las grandes, y apuesta por los ingredientes más sanos, que no son pocos: jamón serrano o cocido, atún, tomate, hortalizas o verduras como ruedas de tomate, cebollas, pimiento, champiñones o alcachofas. Evita ingredientes más grasos como el bacon, el salami,… Ten en cuanta que, dependiendo de la elección, el contenido calórico puede variar de manera más que considerable.

7. Aceitunas.
¿Piensas que las aceitunas engordan? Pues no deberías. Doce aceitunas con o sin hueso no tienen más que 40 calorías. Son además fuente de calcio, vitamina E, fibra y contienen un gran número de sustancias antienvejecimiento.
Por supuesto aportan grasas saludables del aceite que lleva su nombre, que te protegen de las enfermedades cardiovasculares. Tomadas con moderación pueden ayudarte incluso a perder peso, sobre todo si acumulas grasas en el abdomen. Eso si, cuidado con la tensión en las personas hipertensas.

8. Vino.
Además de ser un verdadero placer sensorial, esta bebida resulta una fuente de salud. Tómala de manera regular pero, eso sí, con moderación: lo aconsejable son dos copas al día en los hombres y una y media en las mujeres. Sobrepasar esta cantidad, en cambio, puede afectar negativamente a órganos fundamentales como el hígado, el páncreas o el corazón. En cuanto a las calorías de más que supondría el hecho de consumir vino en la comida o en la cena, son perfectamente aceptables dentro del marco de una dieta equilibrada: una copita de vino aporta unas 83 calorías, las mismas que un vaso pequeño de refresco. Ten en cuenta, además que actualmente puedes encontrar en el mercado vinos elaborados con una cantidad mínima de alcohol.
Las uvas negras con las que se elabora el vino tinto son ricas en polifenoles, unas sustancias antioxidantes que protegen las paredes de las arterias, reduciendo la agregación de las plaquetas y aumentando los niveles de colesterol bueno.

9. Dátiles con jamón.
Los dátiles son un concentrado de minerales como el magnesio, el hierro, el calcio y el litio, Por su parte, el jamón es rico en proteínas de alto valor biológico. Darte un capricho de 3 dátiles con jamón supone un incremento de unas 205 calorías en tus menús, pero no olvides que sus beneficios son muchos.
Esta combinación puede beneficiarte especialmente si estar a dieta suele afectar a tu estado anímico, gracias al litio de los dátiles y a las vitaminas del grupo B del jamón.

10. Flan de vainilla.
No es más que un postre lácteo que se elabora con leche semi o desnatada y que tiene menos grasa que los flanes de huevo y que algunos yogures enteros. Al estar elaborado a base de leche también es rico en calcio, y aporta una cantidad muy similar a la del yogur. Es refrescante y, en cuanto a las calorías, equivalen a las de los yogures azucarados.
Prueba a tomarlo en el desayuno del fin de semana. Combínalo con frutas como el plátano, las fresas o la manzana y obtendrás una propuesta sana y dulce perfecta para darte un capricho.